1. EL POLLITO INGLÉS.
Uno, dos, tres, pollito inglés es un juego muy divertido que puede jugarse dentro de casa, si tenemos patio y hace buen día genial, y si no es este el caso, no os preocupéis porque podemos jugar en el pasillo o en el balcón de la casa. Aquí la diversión no tiene límites, por lo que tampoco hay un límite de jugadores.
Si bien existen distintas versiones de este juego, todas mantienen una esencia similar. Uno, dos, tres, pollito inglés es un juego en el que mientras el pollito inglés permanece de espaldas, los demás jugadores deben apresurarse por alcanzar una pared. Sin embargo, mientras el pollito inglés los observa, ningún jugador puede moverse.
La gallinita ciega es un juego sencillo y muy divertido.
Este juego ayuda a los niños a comprender la importancia de los sentidos, ya que se juega con los ojos vendados. Así, los niños también aprenderán a moverse con mayor confianza y agilidad.
En primer lugar se debe elegir a quien llevará la venda, es decir, el que hará el papel de gallinita ciega y deberá encontrar al resto. Una vez elegido debe ponerse un pañuelo en los ojos, deforma que no pueda ver nada.
El resto de los jugadores se ponen en círculo alrededor de la gallinita ciega, cogidos de las manos. La "gallinita" debe dar tres vueltas sobre sí misma antes de empezar a buscar, para que no sepa dónde está.
Para jugar a este juego, se puede comenzar recitando este verso popular infantil: Gallinita, gallinita ¿qué has perdido? Una aguja y un dedal... Pues da tres vueltas y la encontrarás.
PASADLO MUY BIEN.
¡BESITOS PEQUEPINILLAS!
